HOY ... RECORDAMOS LA "LEY SCOUT"
1. El Scout ama a Dios y vive plenamente en su fe
Cuando decimos que prometemos amar a Dios
no decimos que Él es el único destinatario de nuestro amor, sino que prometemos
orientar nuestra vida por el amor: amor a los demás, a nuestra familia, a
nuestros amigos, a las cosas creadas, a nuestro país. El amor lo es todo. El
amor basta. Por eso el que ama crece como persona y se acerca más a Él.
2. El Scout es leal y digno de toda confianza
Una persona es digna de confianza cuando sus actos y sus palabras son coherentes con su vida interior. El hombre y la mujer en quien se puede confiar, dice lo que cree y cree lo que dice. Es una apertura interior que nos permite encontrarnos con la persona tal cual es.Es la sinceridad, la franqueza, la autenticidad, la coherencia, la buena fe. Es el reverso de la hipocresía, la mentira, los dobles estándares, la inconsecuencia, la mala fe.
3. El Scout es generoso, cortés y solidario
Vivir en sociedad es más que coexistencia, es una invitación a convivir constructivamente entregando nuestro mejor esfuerzo para alcanzar nuestra felicidad y ayudar a los demás en la construcción de su propia felicidad.En su nivel más modesto, la cortesía designa la gentileza de los modales, el respeto y la benevolencia hacia los demás. Los antiguos griegos veían en ella un sinónimo de humanidad, lo contrario de la barbarie.
4. El Scout es respetuoso y hermano de todos
El respeto es una virtud de apertura, de paciencia, de adaptabilidad. Virtud que está en las raíces del Movimiento Scout como espacio de encuentro de personas venidas de ámbitos muy diferentes, heredada del alma misma del fundador y que, por cierto, es practicable sin ir en desmedro de algún otro deber que la anteceda.Por otro lado, ser respetuosos, servir a los demás y compartir con todos –ser hermano de todos- son, de alguna manera, caras de una misma moneda.¿Cómo podemos compartir con los demás sin que ese encuentro no nos lleve al servicio y a la entrega generosa?
5. El Scout defiende y valora a la familia
El scout construye su familia en el amor, que reconoce su dignidad y la del sexo complementario Reconoce el matrimonio y la familia como base de la sociedad, convirtiendo la suya en una comunidad de amor conyugal, filial y fraterno.Es la familia, en este sentido, la que ayuda a sus miembros a interiorizar las influencias externas culturales y sociales. La familia ayuda a traducir lo relevante del contexto a considerar en algo significativo para el yo irrepetible de cada uno.
6. El Scout ama y defiende a la vida y a la naturaleza
La vida es un fenómeno extraordinario,
sobrecogedor y único. La vida es el espacio y el tiempo de nuestros sueños,
nuestras esperanzas, nuestras pasiones y nuestros esfuerzos. La vida es el
comienzo de nuestra historia y nuestra.
Respetar y proteger la vida es proteger y
potenciar al hombre, hombre y mujer, niño, joven, adulto y anciano, sin
importar su origen, raza, credo, pensamiento político o condición social,
reconociéndolos poseedores de una dignidad intrínseca y de unos derechos iguales
e inalienables que permitan a todos los miembros de la familia humana vivir en
libertad, justicia y paz. Historia es el encuentro con la vida.
7. El Scout sabe obedecer, actúa y elige con responsabilidad
Cuando un scout se compromete, actúa en
consecuencia: cumple lo anunciado porque es digno de confianza, completa lo
iniciado porque valora el trabajo. Sabe que los compromisos se asumen frente a
otras personas que han confiado en su palabra.
El valor de la persona que se organiza
radica para el Movimiento Scout en que ello es un reflejo de su capacidad de
asumir compromisos, tanto con la tarea como en relación con las personas que
están empeñadas en su logro. Quienes somos scouts respetamos la palabra dada y
tratamos de hacer bien lo que nos hemos comprometido a hacer.
8. El Scout es optimista aún en las dificultades
La alegría de vivir no impide la seriedad
en nuestras obligaciones y relaciones. Pero seriedad no debe confundirse con
gravedad. La vida llena de alegría tiene un cierto sabor a triunfo y transmite
la sensación de que se le está sacando todo el jugo posible a la existencia.
Quizás sea porque la alegría es expresión de felicidad y es a la búsqueda de la
felicidad a lo que consagramos nuestros mejores esfuerzos.
La alegría tampoco es reírse de la
desgracia, eso sería humor vano, carcajada vacía e irresponsable. Quien
enfrenta la vida con alegría comienza por reírse de sus propias pretensiones,
de sus propios absurdos. Entiende que la fuerza para afrontar dificultades no
nace sólo de la voluntad, ésta opera mejor si se la acompaña con una sonrisa.
9. El Scout es trabajador, económico y respetuoso del bien ajeno
Los hombres estamos llamados a continuar
la obra creadora de Dios. Para ello necesitamos descubrir nuestras
potencialidades y a través de ellas intervenir en la construcción del mundo.
Aportar con lo mejor que podemos hacer, de un modo creativo y consciente de la
diversidad de las capacidades y expresiones humanas.
Porque valoramos al ser humano y
respetamos los sueños y utopías de los miles de hombres y mujeres que se
esfuerzan día a día, es que los scouts valoramos el trabajo. Y porque son el
resultado del esfuerzo humano, es que los scouts cuidamos las cosas.
10. El Scout es puro y lleva una vida sana
Esta última proposición de la Ley Scout , que se
refiere a la integridad y a la pureza y que Baden-Poweil agregó con
posterioridad a su primer texto original, no aporta en sí misma nada nuevo a
las anteriores. Sólo tiene por objeto escrutar la rectitud de espíritu con que
se han aceptado y se viven todas las otras propuestas.
La pureza es amar al otro verdaderamente,
como sujeto, como persona, respetarlo, defenderlo, aun contra nuestro propio
deseo. Amor que da y protege, amor de amistad, amor de benevolencia, amor de
caridad, amor puro.